Poesías Infantiles para los alimentos

Que delicia poder disfrutar,
un buen plato de papas fritas,
que está listo para saborear,
partido en mil tajaditas.

Saque la salsa de tomate,
y unte de color rojo esos platos,
que han de convertirse en el disfrute,
para distintos momentos gratos.

Anímate, amigo, y comparte,
este plato especial de gran impacto,
que hará que, con gran deleite,
todos disfruten por mucho rato.

Sentándome a la hora de comer,
con buena hambre y bien contento,
imagino en la mesa poder ver,
un trozo de carne a fuego lento.

Grande, grueso y bien asado,
que parta con suavidad y me deleite,
sienta en la boca su jugo aderezado,
y sus aliños disfrute conscientemente.

Espero al final no repetir,
y agradecer a quien preparó amablemente,
esta deliciosa carne que me hizo sentir,
un sueño profundo, e inocente.

Deliciosa proteína que de la gallina naciste,
sé qué escondes amarillos y blancos por dentro,
romperé la cáscara para descubrirte,
y degustar todo tu sabor intenso.

Eres aparentemente frágil,
por pequeño y delicado en tu presencia,
pero llevas por dentro el sabor versátil,
que diversifica cualquier plato en su esencia.

Si supieras cuánto se disfrutan,
tus múltiples preparaciones en la mesa,
te alegrarías sin saber qué es lo que usan,
para mezclarte en todas sus recetas.

Una idea fabulosa es el día comenzar,
comiéndonos cualquiera de las frutas,
que nos ayudan a crecer y fortificar,
obteniendo la energía que nos hará activar.

Naranjas, bananos o piñas,
papayas, mangos, fresas o moras,
todas son de gran alimento en las mañanas,
antecediendo nuestras actividades físicas.

Tienen vitaminas: A, B, C, D, E y otras ofertas,
que ayudan a regular nuestro organismo,
contienen buen agua, fibra y calorías,
son saludables y nos alientan ahora mismo.

Si es espinaca, brócoli o calabacín, poco importa;
pues traen nutrientes diversos que fortifican,
los minerales, la fibra y sus vitaminas son esenciales,
para crecer, desarrollarnos y estar saludables.

Saben distinto a otros alimentos, nos lo han dicho,
pero no importa si los mezclamos con condimentos,
transformamos un poco el sabor amargo de hecho,
tomando conciencia del beneficio de sus elementos.

Atrévete a probar siempre las verduras,
para encontrar sabores que reconfortan:
cebollas, apios, puerros o zanahorias,
todas nos benefician y complementan.